Cuáles son las monedas de 1 euro más buscadas y de mayor valor en la numismática

Para los coleccionistas de monedas, hay diferentes parámetros para definir una pieza como única. A los gustos personales se suman ciertos estándares internacionales de la numismática, en el que el estado de conservación resulta clave para determinar el valor de una moneda. Aunque en muchos casos es importante la antigüedad para hacerla única, hay algunos ejemplos de monedas cotidianas, como las de 1 euro, que adquieren una determinada cotización.

Aunque hay veces que las monedas en circulación son menos atractivas, por su cantidad y vigencia, hay al menos cinco modelos de monedas de 1 euro que se destacan de las demás.

Una de las más valiosas es una moneda de 1 euro acuñada en el Principado de Mónaco, durante 2007, que cuenta con el rostro del Príncipe Alberto. Su valor está en la falla de acuñación, ya que esta pieza no tiene marcas en los lados. Esto motivó a que sea retirada de circulación y que queden apenas unos 2.000 ejemplares. En las subastas, se venden a 360 euros.

Otra de las monedas de 1 euro que llaman la atención de la numismática es la fabricada por Portugal en 2008. En una de sus caras cuenta con el mapa de la Unión Europea, aunque sin Bulgaria ni Rumania, que se habían unido un año antes de su acuñación. Su valor en las subastas alcanzó los 100 euros.

Con un valor similar, hay otra moneda acuñada en Mónaco, pero en 2009. También tiene la cara del Príncipe Alberto en uno de sus lados y su cotización subió debido a que hay pocas unidades en circulación.

Por último, 2 monedas de 1 euro fabricadas por el Vaticano se suman a la lista de rarezas que más buscan los especialistas en numismática. Una fue acuñada en 2002 con la cara de Juan Pablo II y se puede conseguir a 90 euros. La otra es de 2006 y tiene el rostro de Benedicto XVI. Actualmente se vende a 50 euros, pero su valoración podría aumentar con el fallecimiento del papa Emérito.

Todos estos modelos pueden resultar poco llamativos para el común de los mortales, pero los profesionales de la numismática suelen estar a la pesca de estas oportunidades que, con el paso del tiempo, pueden alcanzar una revalorización que les signifique unos cuantos miles extras.