La confirmación de la muerte de María Teresa Campos ha significado un duro golpe para sus familiares, amigos y colegas, que, debido a la gravedad de su cuadro, intentaron arroparla a ella y a sus hijas en uno de los días más tristes de sus vidas.

Malagueña de corazón, María Teresa Campos falleció el pasado martes en el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz de Madrid, apenas dos días después de haber sido ingresada por una insuficiencia respiratoria aguda, de la que nunca pudo recuperarse.

Luego, los restos de María Teresa Campos fueron trasladados al tanatorio madrileño de La Paz, en donde se instaló la capilla ardiente y en donde se vio un desfile de personalidades de los medios, de la política y de la cultura. Las cenizas de la periodista fueron trasladas hasta Málaga, en donde recibirán su entierro.

Los Campos, una familia marcada por la tragedia

Terelu Campos y Carmen Borrego fueron las encargadas de avisarle a la familia de María Teresa Campos que, el pasado domingo 3 de septiembre, había sido ingresada de urgencia en el Hospital Fundación Jiménez Díaz de Madrid.

Con unas cuantas llamadas, las hijas de María Teresa Campos alertaron a sus familiares más allegados de Málaga: su estado de salud. Los destinatarios fueron Tomás y Concha, los únicos de los seis hermanos que le quedaban con vida a la periodista, que en los últimos años tuvo que despedir a dos varones y a su hermana menor.

Precisamente, el fallecimiento de Araceli Campos fue la pérdida que más golpeó a la madre de Terelu Campos, que en 2015 no pudo luchar más contra un abrasivo cáncer cerebral, diagnosticado en marzo de 2014.

La presentadora se enteró de la triste noticia cuando se encontraba camino a Málaga y sus allegados sostuvieron en ese momento que fue un shock para ella. Nunca se recuperó del todo de aquella pérdida, que la unió aún más con Tomás y Concha.

Advertidos de la situación, los hermanos arribaron lo más rápido que pudieron hasta la Fundación Jiménez Díaz, en donde pudieron despedirse, en la intimidad, de María Teresa Campos.

También estuvieron cerca de María Teresa Campos sus sobrinos, un tío y su grupo de amigas más cercanas. Los restos de la presentadora ya están camino a Málaga, la tierra que tanto amó y que tantas satisfacciones le dio a lo largo de su vida.